sábado, 24 de abril de 2010

ANTE LAS JORNADAS DE LOS MINISTROS DE AGRICULTURA DE LA UE

“El trabajo de la tierra – agricultura, ganadería y pesca – es la fuente de la alimentación humana y factor esencial para el bienestar de los pueblos. La satisfacción de las necesidades básicas de alimentos para todos, desterrando el hambre y la malnutrición, es un derecho humano universal y uno de los objetivos del Milenio que la ONU se propuso alcanzar en el año 2.000. De una alimentación saludable depende que se pueda garantizar la calidad de vida y la conservación de las personas sin peligros ni enfermedades.”

Así comienza el “Manifiesto por una Agricultura para los pueblos”, un llamamiento que hacemos a la población extremeña para que participe en unas Jornadas Alternativas que los días 22, 29 y 30 de mayo celebraremos en Mérida ante la cumbre de ministros de agricultura de la UE, que se reunirán en la capital extremeña a finales de mayo y principios de junio.

¿Quiénes hacemos el llamamiento?. Unas organizaciones posicionadas frente a la política de la UE y convencidas del daño irreparable que causa la política agraria comunitaria a los pueblos, a Extremadura y a sus agricultores.

No es necesario ser un experto en la política agraria comunitaria para posicionarse. Veamos, por ejemplo, dos hechos que hemos tenido conocimiento reciente y han sucedido en estos días.

El primero de ellos. A primeros de este mes de marzo, la Unión Europea (UE en adelante) aprobó 5 nuevas variedades transgénicas. La patata Amflora para cultivo, el uso de su fécula como pienso y 3 variedades más de maíz para alimentación y pienso.

Detrás de todo esto está la multinacional BASF, que produce productos químicos, plásticos, derivados de hidrocarburos y componentes agrícolas.

El caso de la patata Amflora es especialmente peligroso para la salud, ya que lleva un gen marcador que le otorga resistencia a algunos antibióticos.

En el caso del maíz, se trata de 3 variedades de la empresa MOSANTO. La Organización Mundial de la Salud, la Agencia Europea del Medicamento y el Instituto Pasteur, han pedido que no se comercialicen estos genes que estaban prohibidos desde 2.004.

La UE, desde 2.005, tenía cerrada esta posibilidad, porque no había ni hay acuerdo entre los ministros de los diferentes países, pero la Comisión de la UE ha ejercido su prerrogativa a decidir cuando no hay acuerdo entre sus miembros. La realidad es que solo 4 empresas biotecnológicas controlan el 90% del mercado de los transgénicos. Los agricultores pierden el control y biodiversidad de las semillas. El control genético de la alimentación pertenece a corporaciones privadas.

¿ Como ciudadanos europeos no deberíamos exigir que nuestras instituciones se preocupen más por nuestra salud, nuestro medio ambiente y nuestro mundo rural.?

El otro hecho, que está sucediendo en estos días, es el expolio y la tremenda explotación que está ejerciendo Europa en el continente africano. Debido a una normativa europea que obliga a utilizar un 10% de biocombustible para el transporte a partir del año 2015, al gran negocio que representa la producción intensiva de alimentos de cara al cambio climático, la escasez de agua y el incremento de la población que se prevé en el futuro, se está comprando grandes extensiones de tierras por parte de empresas e inversionistas, en muchos casos hasta subvencionadas por los propios Estados.

Ya son 20 los Estados africanos que han vendido 50 millones de hectáreas de territorio africano (para hacernos una idea, algo más del doble de la extensión que supone Inglaterra). Por ejemplo Etiopía, un país en el que 13 millones de habitantes necesitan de ayuda alimentaria, ha puesto en venta en los tres últimos años tres millones de hectáreas de su tierra más fértil a países y/o individuos adinerados del mundo para que exporten alimentos a sus países ricos a precio barato.

Como es lógico, los compradores de tierra afirman que generan puestos de trabajo en la zona. Cuando la realidad es que los campesinos africanos se ven privados de su forma de vida y sustento, siendo forzados por ello a abandonar sus territorios y emigrar a ciudades u otros países, generándose grandes bolsas de pobreza periurbana. Sus tierras, mientras tanto, se convierten en enormes plantaciones cuyos amos son empresas extranjeras. Dicho en román paladino: Europa, con la ayuda de los impuestos que pagamos y sin ningún tipo de rubor, se ha lanzado a una gran operación de recolonización de África.

Como decía, no hay que ser experto en política agraria comunitaria para estar absolutamente enfrentado con estos dos hechos, entre otros muchos, que, de otro lado, son de conocimiento público porque han sido publicados y divulgados por los medios de comunicación.

Para finalizar creo que se puede ver parte de la verdad y no reconocerla, pero es imposible contemplar el mal y no reconocerlo, por ello hemos de juramentarnos para no ser nunca más cómplices de Calígula cuando quiera nombrar procónsul a su caballo. Por eso convocamos a todos los ciudadanos y ciudadanas extremeños a participar en estas jornadas los días 22, 29 y 30 de mayo, para informarnos y expresar con rotundidad nuestro rechazo a medidas que provocan estas consecuencias, con nuestro apoyo o silencio NO.


Alejandro Nogales

Representante de IU en la coordinación de las

Jornadas por Otra Agricultura, Otra Extremadura, Otra Europa.

jueves, 1 de abril de 2010

OTRA AGRICULTURA, OTRA EXTREMADURA, OTRA EUROPA

Llamamiento a las Jornadas Alternativas frente a la reunión de Ministros de Agricultura de la UE en Mérida (mayo-junio 2010)

La agricultura: una cuestión que incumbe a toda la sociedad

El trabajo de la tierra -la agricultura, la ganadería y la pesca-, es la fuente de la alimentación humana y un factor esencial para el bienestar de los pueblos y las naciones. La satisfacción de las necesidades básicas de alimentos para las poblaciones humanas, desterrando el hambre y la malnutrición, es un derecho humano universal y uno de los Objetivos del Milenio, que la ONU se propuso alcanzar en el año 2000. De una alimentación saludable depende también que se pueda garantizar la calidad de vida y la conservación de las personas sin peligros ni enfermedades.
Además, la agricultura constituye el entramado fundamental de las relaciones de la humanidad con la naturaleza terrestre: las labores campesinas son en su conjunto la relación más básica entre el ser humano y la naturaleza viva. El ecosistema en el que los seres humanos nos insertamos, ha sido producido por las labores agrícolas después del trabajo de incontables generaciones y miles de años sobre el paisaje de la Tierra. De ahí la enorme responsabilidad a la hora de afrontar la producción agrícola, por parte de trabajadores y trabajadoras del campo que producen los alimentos, de los gobiernos que regulan la producción, y de la ciudadanía que consume esos productos.
El actual sistema de producción industrial, bajo el régimen de capitalismo especulativo globalizado, está dominado por grandes transnacionales de la alimentación; éstas han forzado la liberalización de los intercambios comerciales a nivel mundial, con desastrosas consecuencias para los ecosistemas naturales, sin conseguir alimentar adecuadamente a miles de millones de personas en los países empobrecidos.
Por eso, con motivo de la reunión de los Ministros de Agricultura de la UE (Unión Europea), que celebrará para debatir sobre la futura reforma de la PAC (Política Agraria Comunitaria), un conjunto de ciudadan@s y asociaciones ciudadanas en Extremadura, el Estado Español y ña Unión Europea apelamos a la conciencia de la humanidad sobre los enormes problemas planteados por la organización de la economía capitalista, respecto de la alimentación humana y de nuestra relación con la naturaleza, y queremos manifestar nuestra preocupación por el estado actual de la agricultura, reflexionando sobre las siguiente cuestiones:

El sistema agroalimentario industrial y global genera miseria y degradación ambiental
1. La producción de alimentos:
La agricultura de nuestros días se realiza en el marco del sistema político neoliberal, en el que unas cuantas grandes empresas transnacionales controlan la mayor parte de la cadena agroalimentaria en el mundo, desde los insumos para la producción hasta que llega a los hogares.
1. Las grandes empresas, que producen o distribuyen la mayoría de los alimentos comercializados en el mundo, mantienen el control de la producción agrícola, bien directamente mediante la posesión de grandes latifundios dedicados al monocultivo, o bien condicionando a los campesinos propietarios a través de la venta de semillas, fertilizantes y abonos, o a través de los medios para el control de plagas, o mediante las redes de comercialización, etc.
La PAC impulsa ese modelo de agricultura industrial especulativo, que concentra la producción generando un uso intensivo de los recursos naturales y es un modelo insostenible por su gran impacto ambiental y territorial. Las ayudas agrícolas deberían estar condicionadas a las prácticas ambientales de agricultores y ganaderos, y no a la promoción del modelo industrial destructor de los ecosistemas naturales.

2. El interés de esas grandes empresas no estriba en alimentar a la población o cuidar el medio ambiente, sino en incrementar sus beneficios, por lo que esa situación tiene varias consecuencias nocivas:

-pérdida de calidad de la alimentación y de los alimentos, que dejan de ser frescos.
-deterioro del medio ambiente por una agricultura agresiva en busca de competitividad (insecticidas, abonos, transgénicos, etc.)
-enormes gastos de transporte que se pueden permitir por los precios baratos de los combustibles fósiles.
-malas condiciones de vida y maltrato de los animales domésticos.
-monocultivos que conllevan la pérdida de la biodiversidad.
-peores condiciones para los trabajadores agrícolas y pérdida de la soberanía alimentaria de los pueblos.

En definitiva, al ofrecer a las multinaciones agroexportadoras el control de la alimentación, la Unión Europea está sacrificando la agricultura familiar sostenible y la garantía de una alimentación sana, diversa y segura. Se abandona el modelo social de agricultura, que garantiza la gestión sostenible del territorio, la sostenibilidad y la economía rural. Por el contrario, la PAC debe priorizar el comercio regional y local, y proporcionar apoyo a las redes de procesado de los alimentos en los lugares de origen. A eso se debe añadir la crisis alimentaria del último año y medio, originada por el aumento de los precios agrícolas, debido en buena medida a la especulación, y frente a la cual la UE no tiene una política coherente.

2. La distribución.

El control cada vez más exahustivo de los mecanismos económicos por las grandes empresas, se manifiesta en la comercialización a través de grandes cadenas de distribución que dominan el mercado de la alimentación, extrayendo grandes beneficios económicos que apenas llegan a los productores directos que trabajan en el campo. El proceso de formación de los precios alimenticios carece de transparencia, de modo que los consumidores pagan un precio excesivo, muy alejado del precio que reciben los productores, el cual en muchos casos no les llega para cubrir los costes de producción.

1. Esa organización de la producción es una manera de transferir rentas desde el sector agrario al sector financiero a través de las redes comerciales. Y como consecuencia se produce:
-el empobrecimiento de las economías campesinas, su decadencia cultural y su dependencia respecto de las ciudades. En los países más desarrollados esa situación se compensa por las subvenciones al campo, lo que permite planificar la producción agrícola por la administración europea, en dependencia de los intereses de las grandes empresas.
-la emigración del campo a la ciudad se está intensificando en las últimas décadas de manera notable. El número de trabajadores del campo en el Estado español sigue desde hace tiempo una tendencia a la baja, dejándonos hoy en día en un 4%. El declive de la agricultura en muchas zonas rurales alejadas de los ejes económicos ha supuesto el abandono de numerosos pueblos y comarcas cada vez más despobladas.
- Se hace necesario que la Administración actúe con el objetivo de erradicar la especulación de los mercados agroalimentarios, eliminando las prácticas fraudulentas evidentes. Se debe desarrollar la capacidad legislativa del Estado para garantizar los productos de primera necesidad, fijando precios y márgenes de comercialización máximos.

2. Se desarrolla una comercialización a larga distancia que conlleva una industria de conservación y empaquetamiento, que además de ser muy costosa, es de dudosa salubridad y muy contaminante. Los basureros se convierten en uno de los principales factores contaminantes del medio ambiente, y la gestión de los residuos uno de los principales quebraderos de cabeza de las corporaciones locales.
3. El consumo:
1. La creación de una industria del consumo que depende de la publicidad y que se articula en las grandes superficies comerciales; conlleva los siguientes perjuicios e inconvenientes:

-masificación del consumidor y uniformización de los productos que pierden cualidades alimenticias.
-ruptura de las relaciones entre productor y consumidor que facilita la explotación de los trabajadores y la tierra.
-pérdida de las tradiciones culinarias, sustituida por comida adulterada y de pésima calidad, con malas consecuencias para la salud y la aparición de enfermedades cada vez más frecuentes como la obesidad.
-dependencia del transporte por automóvil privado con gasto de tiempo y energía para los ciudadanos que tiene que desplazarse hasta las grandes superficies.
-el consumidor tiene derecho a que el etiquetado de los productos agroalimentarios refleje una información objetiva, veraz, eficaz y suficiente sobre sus características esenciales y el proceso que han seguido.
Bajo la apariencia de un discurso elaborado sobre la importancia del medio ambiente, la gestión del territorio, la calidad de vida, el desarrollo rural, el cambio climático y las energías renovables, la Comisión Europea no reconoce la catástrofe humana que supone la agricultura industrial bajo el modelo neoliberal y se proponer profundizar en la actual dirección económica, que hace desaparecer el modelo social de agricultura y encarece la alimentación a los consumidores.
Por un modelo agroalimentario sostenible social y ecológicamente.

Defendemos el derecho a la soberanía alimentaria de todos los pueblos, en el marco de una producción sostenible, segura, nutritiva, variada y adaptada ambientalmente y culturalmente. Los países y regiones no pueden renunciar a decidir su propio sistema alimentario y productivo, para favorecer una liberalización de los intercambios que resulta insostenible y condena a regiones enteras a la dependencia de suministros.

Defendemos un modelo agrario que fije población en el medio rural, por medio de producciones sostenibles de materias primas y de la transformación de los alimentos en las propias explotaciones, de forma que el valor añadido de la producción agraria se queden en las economías rurales. Para ello debe establecerse una legislación específica que apoye a la transformación artesanal de los alimentos, e incentivar el uso de los recursos agrarios infrautilizados por el modelo agrario industrial. Dentro de este modelo, las producciones agrarias con mayor uso de mano de obra deben ser prioritarias, y de entre ellas las producciones ecológicas, con un gran potencial para rentabilizar una mayor fuerza de trabajo.

Los modelos agroecológicos de producción, que mejoran el medio ambiente, como la agricultura ecológica, deben ser apoyados firmemente en su comercialización en formación y en investigación. Así como manejos que reducen el consumo de agua y que enriquecen el suelo de materia orgánica, como herramienta imprescindible para mitigar el cambio climático. Dentro de este modelo de agricultura sostenible, la investigación y las subvenciones a modelos insostenibles de agricultura debe ser desmantelados, y los Organismos Modificados Genéticamente deben ser prohibidos. Los cultivos agrarios destinados a combustibles deben ser prohibidos, por su ineficiencia energética y por sustituir la producción de alimentos en un planeta en el que se pasa hambre.
La agricultura y la alimentación son cuestiones que afectan al conjunto de la sociedad, y por ello queremos apoyar la construcción de alianzas entre productores y consumidores, que hoy son los eslabones mas débiles de la cadena agroalimentaria y que a su vez son los más importantes. Esta alianza debe llevar a construir modelo agroalimentarios al servicio de las comunidades locales y en armonía con los ecosistemas.

En estas jornadas pretendemos también recoger otras luchas de la ciudadanía extremeña por la preservación de un medio ambiente sano, que se han manifestado en la oposición a los planes de industrialización contaminante, como la refinería de petróleo en Tierra de Barros, la instalación de centrales térmicas de ciclo combinado en los alrededores de Mérida, los planes de urbanización de la sierra sur y la ribera del Tajo, los supuestos trasvases de los ríos extremeños hacia la cuenca mediterránea, autovías y aeropuertos, la construcción del AVE, la búsqueda de un emplazamiento para un cementerio nuclear en comarcas extremeñas y el mantenimiento de la central nuclear de Almaraz, etc. Así como otras problemáticas políticas y sociales que hoy en día se viven en Extremadura y en toda la Unión Europea, que sin duda están muy relacionadas con el modelo de globalización capitalista que se impulsa desde esta institución.

Llamamiento a la protesta
contra la Europa del Capital y frente a su Política Agraria

Para reflexionar sobre estas cuestiones, convocamos a la ciudadanía extremeña y europea a unas Jornadas OTRA AGRICULTURA, OTRA EXTREMADURA, OTRA EUROPA, a celebrar los dias 29 y 30 de Mayo de 2010, coincidiendo con la reunión de los Ministros de Agricultura de UE en Mérida, con el objetivo de presentar un memorándum de problemas sin resolver a los responsables de las políticas comunitarias en materia de producción agrícola.

HAN PARTICIPADO EN LA ELABORACION DE ESTE DOCUMENTO:
Plataforma Ciudadana Refinería No (PCRN), Baladre, Ecologistas en Acción, Plataforma Rural, Coordinadora Anticapitalista contra la Crisis (CACC), IU-Extremadura, Sodepaz, CNT, COAG-Extremadura, Vámonos pal Jhuerto, Juventudes Comunistas, Colectivo CALA (Alburquerque), Redes cristianas de Extremadura, Centro de Estudios Humanistas, Los Verdes, ADENEX.